En esta ocasión, tengo muchas experiencias para compartir sobre mi noche en TannatRock. Para empezar, me regalaron un trago delicioso y único: el clásico Mojito. Sin embargo, lo que realmente me conmovió no fue solo la bebida en sí, sino la manera en que fue preparada con tanto amor y dedicación por el joven detrás de la barra.
Aunque el video que grabé salió un poco cortado, decidí compartir lo que pude capturar. Si alguna vez llegas a leer esto, quiero enviarte un abrazo y agradecerte sinceramente por ese gesto tan especial.
